Una de las satisfacciones más grandes que puede tener un político es escuchar y antender las necesidades de los demás.

La prisión de Tahiche, se ha convertido en uno de los temas más controvertidos que he tenido que tratar en esta legislatura.

El pasado año llevamos una pregunta al Congreso de Los Diputados, relacionada con las demandas que me hacían llegar los funcionarios de este centro penitenciario en Lanzarote.

En estos días he recibido  a representantes de los familiares de los internos de la prisión de Lanzarote, que días atrás denunciaban en las puertas del centro penitenciario el desamparo y abandono que sufren los reclusos del Modulo 3; modulo destinado a los internos más conflictivos.

Me he comprometido a poner en conocimiento de nuestro diputado en las Cortes Generales, Pedro Quevedo,  las diferentes demandas que hacen este grupo de familiares que reclaman un trato digno para estas personas privadas de libertad.

De esta forma, el diputado de NC Pedro Quevedo volverá a preguntar en el Congreso de los Diputados sobre la situación en el Centro Penitenciario de Lanzarote, como hiciera hace unos meses a petición de los propiosfuncionarios en relación a la derivación de presos peligrosos a este centro.

Los familiares “llevan meses sin poder ver a los internos, algo que sólo ocurre en esta prisión”. 

De la misma manera, los familiares argumentan que no entienden cómo es posible que Lanzarote sea el único centro del estado español donde los reclusos tienen que comprar el agua.
Preocupante también es la suspensión de actividades y asistencia de psicólogos, psiquiatras o educadores.

Con todo, desde Nueva Canarias reclamaramos al Ministerio del Interior que salvaguarde los derechos de todos y todas las internas, independientemente del grado o módulo en el que se encuentren.

“Es imperativo poseer centros penitenciarios dignos, que respeten a las personas y cumplan con su obligación constitucional de ayudar a la reinserción”,